martes, 5 de septiembre de 2006

Roto y solo
















Desde hace un tiempo a esta parte no necesitaba tomar nada para dormir, sentía que todo estaba lo suficientemente bien; pero hoy, ya no lo creo, como tampoco lo creí ayer.
Anoche 4 miligramos, hoy 3, ojala mañana nada; pero quien sabe.
Me da la certeza de que voy a dormirme rápido sin tener tiempo para pensar, sin tener tiempo para analizar lo que está pasando, ni para imaginar algo que quizás no pasa; o si.
Todavía no la tome, está al lado mío, la miro de reojo esperado que de un salto directo a mi boca.
Es mi única salida para dejar de dar vueltas en la cama.
Son las 3:09, mañana debería madrugar para estudiar; tengo un final.
Me levanto porque tomarla es lo mejor que puedo hacer a esta hora, la agarro, camino hasta el baño, la meto en mi boca, abro la canilla, me agacho para tomar agua de ahí porque no tengo vaso; pero no me pasa, se queda en mi lengua como si por alguna razón no debería tragarla; pero es tarde y no me importa.
Me agacho otra vez tomo más agua que antes, miro al techo y trago, esta vez si que no fallé.
Tengo frente a mí el espejo pero no quiero mirarme, ya no me agrada hacer eso, le doy la espalda, apago la luz, salgo del baño y camino hacia la habitación, me siento en la cama, me tapo, cierro los ojos, ya el cuerpo comienza a no responderme, tampoco me deja pensar, escucho el celular que está al lado mío, anunciándome que llego un mensaje de texto, ¿quién será a esta hora? No lo sé, pero no quiero distraerme, el sueño está llegando y no tengo que dejarlo pasar.

No hay comentarios.: